Anoche, miércoles 12 de febrero, el estadio Jorge “El Calero” Suárez fue testigo de un partido particularmente diferente entre Isidro Metapán y Dragón de San Miguel. Lo que parecía una noche tranquila para los jaguares se convirtió en un auténtico sufrimiento, con un cierre de infarto que dejó a la afición insatisfecha por lo mostrado en la 2da mitad.
Desde el primer minuto, el partido estuvo lleno de imprecisiones. Ambos equipos cometieron errores que pusieron a prueba los reflejos de sus porteros. Sin embargo, Metapán logró adelantarse en el primer tiempo gracias a un penal bien ejecutado por Julio Amaya, que le dio tranquilidad momentánea a los locales.
En la segunda mitad, Steven Guerra amplió la ventaja para Metapán, desatando la algarabía de los asistentes. Pero Dragón no bajó los brazos y respondió con un golazo de tiro libre, que puso el partido al rojo vivo.
Los últimos minutos fueron un auténtico suplicio para Metapán, que terminó pidiendo la hora ante el asedio de Dragón. Los migueleños se volcaron al ataque, generando peligro y poniendo a la defensa metapaneca contra las cuerdas.
El silbatazo final fue un alivio para los locales, que lograron una victoria más, dejando muchas dudas en su desempeño. Ajustes urgentes tendrán que hacer los jaguares si quieren evitar más sufrimientos en los próximos partidos. Mientras tanto, la afición celebra los tres puntos, aunque con la sensación de que la historia pudo haber sido diferente.